¿Cuál es el ciclo de vida de un producto y sus 4 etapas?

Los productos, al igual que muchas otras cosas en el mundo, tienen un determinado tiempo de vida. El tiempo de duración del mismo se denomina ciclo de vida, y va desde su creación hasta su desaparición.

Existen diversos modelos que manejan una última etapa distinta dentro del ciclo de vida, incorporando como opción a la desaparición, el rechazo o el declive del producto. Y aunque son términos distintos, se encaminan hacia el mismo destino: la obsolescencia.

En este artículo aprenderás cuáles son las etapas del ciclo de vida de un producto. También conocerás cómo puede afectar el hecho de que este ciclo exista, a los productos y servicios de tu empresa.

¿Cuál es el ciclo de vida de un producto?

De manera general, el ciclo de vida de un producto se refiere a todas las etapas por las que pasa un producto durante su existencia. No existe un número preciso de etapas, ya que constantemente se añaden o eliminan fases. Sin embargo, se mantiene la esencia del ciclo de vida.

Conocer este ciclo nos ayuda a tomar decisiones y nos permite diseñar estrategias importantes sobre los presupuestos publicitarios y los costos de productos.

Etapa 1: Desarrollo

Durante esta etapa se integran elementos y nociones para dar paso a una nueva creación. A lo largo de esta fase, es probable que aparezcan grandes expectativas en torno al posible éxito del producto. Sin embargo, es importante realizar pruebas, mejorar la propuesta y realizar los cambios pertinentes para una creación y lanzamiento exitoso.

Durante la etapa de desarrollo existen gastos elevados que no generan ningún tipo de ingreso, ya que el producto todavía no se encuentra a la venta. Por ello, es importante delimitar bien los gastos durante esta primera parte.

Etapa 2: Introducción al ciclo de vida del producto

Se refiere a la fase en donde el producto ha pasado por todas las etapas del desarrollo y se considera listo para presentarse en el mercado. Generalmente, es en esta etapa cuando los equipos de marketing comienzan a crear conciencia sobre el producto o servicio en la población.

Eventualmente, las ventas y distribuciones serán bajas durante esta etapa, pero la demanda aumentará gradualmente.

Etapa 3: Crecimiento

Cuando se comienza a visualizar una ligera demanda, es posible decir que nos encontramos en la tercera etapa, en donde las ventas comienzan a ser escalables y se empieza a percibir un retorno sobre la inversión. No obstante, las inversiones deben continuar, ya que esto significa la expansión en el mercado. Es necesario mantener la producción y las ventas.

Otro rasgo durante la tercera etapa es que comienza a desarrollarse y a visualizarse mayor competencia en el mercado.

Etapa 4: Madurez

Puede considerarse como madurez al punto más elevado y potencial del ciclo de vida del producto. Es normal que las ventas se estabilicen en esta fase, por lo que ahora el reto será mantener los buenos resultados por mucho tiempo.

En ocasiones, muchas empresas comienzan a reducir los precios en el mercado, esto con el propósito de seguir siendo competitivos contra la competencia. Los rasgos que definen a esta etapa son: mejoras en productos ya existentes, precios más bajos y distribución intensiva.

En resumen: los productos son mucho más rentables, el costo de producción disminuye y las ventas aumentan.

Etapa 5: Saturación

En esta etapa del ciclo de vida ocurren dos situaciones críticas: casi todos los consumidores están usando el producto y todos los competidores han tomado una parte del mercado. Analizado de otra forma, existe tensión y saturación en el mercado. La única opción para salir victorioso de esta etapa es demostrar por qué nuestro producto es el mejor.

Conviene destacar que durante esta etapa persisten las diferencias en las características de las marcas dejando de lado el producto, por lo que rasgos como el servicio al cliente, el precio y la conciencia de marca serán actores clave para mantenerse todavía en el juego.

Etapa 6: Declive, rechazo o desaparición

En caso de no haber permanecido más tiempo en la competencia, el producto comenzará a caer en el desuso, lo que puede significar que comience a rechazarse, y puede desencadenar su desaparición. Eventualmente, se experimentará un declive en las ventas.

No obstante, no todo tiene que terminar en esta etapa. Antes de llegar a la última fase, es importante tener un producto de reemplazo y revertir la situación hacia algo favorable para la marca. Recordemos que la empresa no es la que está en peligro, sino el producto. Bien es cierto que debe atenderse cuanto antes el declive del producto, para evitar que comience a afectar a la marca.

En conclusión

Es de vital importancia identificar cada una de las etapas del ciclo de vida de los productos, con el fin de saber cómo actuar y qué recursos o estrategias emplear para adecuarse a cualquiera de las fases.

Del mismo modo, es importante recordar que el ciclo de vida es para el producto, no para la marca, por lo que siempre hay que tener alternativas y planes de respaldo cuando uno de nuestros productos llegue a la última fase. En la innovación y previsión existe una oportunidad para mantenerse en el mercado.