Si tienes una empresa, sabes que es fundamental comprender el mundo de las finanzas y mantener el orden de las mismas para alcanzar el éxito. Se trata de una de las ramas clave de una empresa, y requiere atención constante. En artículos pasados hemos hablado de algunos conceptos importantes: el activo circulante, el activo no circulante y el pasivo corriente. Son elementos básicos del balance general, que es la herramienta que necesitas para llevar las finanzas de tu empresa. En esta oportunidad, le llega el turno al pasivo no corriente, también conocido como pasivo a largo plazo.
Índice de Contenidos
- 1 ¿Qué son los «pasivos» en las finanzas de una empresa?
- 2 Entonces, ¿qué es el pasivo a largo plazo?
- 3 ¿Qué conforma el pasivo de largo plazo?
- 4 ¿Cómo dar seguimiento a los pasivos a largo plazo?
- 5 ¿Cómo se utilizan los pasivos a largo plazo?
- 6 ¿Por qué es importante el pasivo de largo plazo?
- 7 Comprensión de los pasivos a largo plazo
¿Qué son los «pasivos» en las finanzas de una empresa?
Antes de sumergirnos en el pasivo a largo plazo, entendamos brevemente qué son los «pasivos» en las finanzas de una empresa, y cómo se diferencian de los activos.
Los pasivos financieros están compuestos por todas las obligaciones de pago que la empresa debe afrontar en el futuro, y que nacieron de acuerdos contractuales del pasado. ¿Qué significa? Básicamente son las deudas de la empresa, que se comprometió a pagar con ingresos futuros. A los pasivos en contabilidad, también se los conoce como el «debe». Como toda deuda, los pasivos financieros no son malos siempre y cuando tengas ordenadas tus finanzas y tengas la mayor certeza posible de que saldarás estos «debe».
Los activos financieros, por su parte y en contraposición, es la parte de la empresa que tiene la capacidad de generar ingresos. Se trata de algo que tiene valor, y generará valor para la empresa. Se lo conoce también como el «haber» en contabilidad.
El patrimonio de una persona o una empresa se expresa en lo que tiene, menos lo que debe. La resta de ambos conceptos ofrece como resultado el patrimonio neto.
Los bienes y derechos del conjunto patrimonial son denominados activos financieros, mientras que las obligaciones de pago, las deudas y compromisos exigibles, es lo que se llaman «pasivos financieros«.
Tipos de pasivos financieros
La clasificación más común de los pasivos financieros se realiza según el tiempo que tenga el sujeto para satisfacer la obligación de pago. Podemos distinguir entre:
- Pasivos financieros a corto plazo: También se denominan pasivos corrientes. Forman parte del desarrollo de la actividad normal del agente económico en cuestión, y exigen una liquidación en un plazo de un año o menos.
- Pasivos financieros a largo plazo: Son un tipo de obligaciones que se adquieren para ser liquidadas en un periodo superior a un año. Se les conoce como «pasivos no corrientes» ya que están ligados a la estructura básica del sujeto y no a las operaciones del día a día.
Por otra parte, no son pasivos financieros aquellas obligaciones que tengan estas características:
- Las obligaciones contractuales que exijan la entrega de bienes o la prestación de servicios.
- Las deudas contraídas con las administraciones públicas, ya que este tipo de deudas no nacen por una obligación contractual.
Entonces, ¿qué es el pasivo a largo plazo?
Ahora sí, conociendo brevemente de qué hablamos cuando mencionamos a los pasivos, el pasivo a largo plazo o pasivo no corriente representa a las deudas de la empresa con terceros, que serán saldadas en un plazo mayor a un año.
El pasivo a largo plazo suele ser originado por la necesidad de la empresa por adquirir un financiamiento. Por lo general, si las empresas cuentan con planificación financiera, se embarcan en estos pasivos corrientes con la certeza de que podrán cubrirlos.
Algunos ejemplos de pasivo a largo plazo son: deudas bancarias, créditos hipotecarios y bonos que solo financian activos no circulantes.
¿Qué conforma el pasivo de largo plazo?
El pasivo de largo plazo está compuesto por todas las deudas que una empresa contrae con plazos de pago mayores a 365 días -o un año-. Con esto, podemos encontrar algunos ejemplos que normalmente cumplen esta condición:
- Hipotecas por pagar: Son préstamos que solicitan las empresas que son garantizados con bienes e inmuebles.
- Documentos a pagar a largo plazo: Son los pagarés y letras de cambio que la empresa debe liquidar en un lapso mayor a un año.
- Préstamos bancarios a largo plazo: Son las deudas que tiene la empresa con instituciones de crédito, por plazos mayores a un año.
- Cobros anticipados con vigencia mayor a un año: Es dinero que la empresa cobra antes de que preste un servicio, con vigencia mayor a un año.
¿Cómo dar seguimiento a los pasivos a largo plazo?
Las tablas de amortización te ayudarán a mantener el orden y la organización de las finanzas en tu empresa. Esto es clave para cumplir con los plazos y proyectar el crecimiento de tu empresa. La tabla de amortización te servirá para visualizar el estado de tus deudas y verás allí reflejado cómo se está realizando el pago de las mismas. Teniendo en cuenta que en general los pasivos no corrientes representan inversiones cuantiosas, ya que son enormes cantidades de dinero que no pueden ser pagados al momento, contar con la tabla de amortización te ayudará a tener claridad.
Se trata de un documento informativo que te permite ver de manera detallada las fechas y la cantidad de dinero a pagar. En esta tabla verás tanto los pagos principales como los intereses asociados.
Los pasivos a largo plazo casi siempre generan intereses y gastos. Por eso, se necesita llevar un control de lo que se va amortizando, es decir, pagando o gastando de la deuda.
¿Cómo se utilizan los pasivos a largo plazo?
Aquí nos ponemos algo más técnicos. Los pasivos a largo plazo son una herramienta útil para aplicar el análisis de gestión de ratios financieros. La porción corriente de la deuda a largo plazo se separa porque debe cubrir activos más líquidos, como efectivo.
La deuda a largo plazo puede cubrirse mediante diversas actividades, como los ingresos netos del negocio principal de una empresa, los ingresos por inversiones futuras o el efectivo de nuevos acuerdos de deuda.
Los coeficientes de endeudamiento, como los coeficientes de solvencia, comparan los pasivos con los activos. Las razones pueden modificarse para comparar los activos totales con los pasivos a largo plazo únicamente.
Esta relación se denomina deuda a largo plazo sobre activos. La deuda a largo plazo frente al capital total proporciona información sobre la estructura de financiación y el apalancamiento financiero de una empresa. La deuda a largo plazo en relación con los pasivos corrientes también proporciona una idea de la estructura de la deuda de una organización.
¿Por qué es importante el pasivo de largo plazo?
El pasivo no corriente le aporta liquidez a la empresa para utilizar ese capital en nuevas inversiones y poder hacer crecer a la misma.
Además, aporta una mayor posibilidad de hacer negociaciones con los accionistas con la finalidad de obtener una mejor fuente de financiación que si se solicitara a un banco. Volvemos a resaltar la importancia de involucrarse con los pasivos a largo plazo siempre y cuando cumplas con los plazos de pago establecidos. Mantener el historial crediticio sano te permitirá hacer uso de créditos y préstamos sin inconvenientes en el futuro.
Ejemplos de pasivos no corrientes
El valor presente de un pago de arrendamiento que exceda un año es un pasivo a largo plazo. Los pasivos por impuestos diferidos generalmente se extienden a ejercicios fiscales futuros, en cuyo caso también se consideran un pasivo a largo plazo.
Las hipotecas, los pagos de automóviles u otros préstamos para maquinaria, equipo o terrenos son a largo plazo, excepto que los pagos se realicen en los próximos 12 meses. La parte adeudada dentro de un año se clasifica en el balance general como la parte corriente de la deuda a largo plazo.
Comprensión de los pasivos a largo plazo
Los pasivos a largo plazo se enumeran en el balance general después de los pasivos corrientes, en una sección que puede incluir obligaciones, préstamos, pasivos por impuestos diferidos y obligaciones por pensiones.
Los pasivos a largo plazo son obligaciones que no vencen dentro de los próximos 12 meses o dentro del ciclo operativo de la empresa si supera un año (el ciclo operativo de una empresa es el tiempo que tarda en convertir su inventario en efectivo).
Un pasivo que es inminente pero que tiene una inversión a largo plazo correspondiente, que se pretende utilizar para pagar la deuda, se informa en el balance como un pasivo a largo plazo, pero la inversión a largo plazo debe tener suficiente dinero para cubrir la deuda.
Además, se debe tener presente que las operaciones destinadas a prestar recursos suponen un activo para las entidades y, a su vez, un pasivo para sus clientes. Por el contrario, las operaciones pasivas del sistema financiero tienen como fin el captar recursos para las entidades.
Si decides navegar por las aguas de los pasivos no corrientes, es importante que conozcas qué implican. Ante cualquier duda, la mejor recomendación es buscar asesoramiento y, ante todo, comprender de qué trata para poder tomar decisiones.
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